Nuestro segundo día en Ubud por libre empezó también lloviendo. Nuestro guía nos llevó a visitar el Taman Ayun, que significa literalmente “bello jardín”. Es uno de los de los centros religiosos hindúes más atractivos de Bali gracias a sus exóticos jardines, canales y estanques de agua. Este fotogénico templo, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 2012, es uno de los más pequeños y tranquilos, además de uno de los menos visitados de Bali.
El templo Taman Ayun fue construido en 1634 bajo las órdenes del dirigente del reinado Mengwi, Tjokerda Sakti Blambangan, aunque fue restaurado en 1937. Se le conoce como Pura Kawiten o templo familiar, un templo donde son honrados los ancestros divinizados de Mengwi y otros importantes dioses como Shiva, Brahma y Visnú. Este es el único centro religioso que mantiene la estructura de construcción tradicional balinesa, el meru o pagoda.
El acceso al templo se realiza a través de un puente que nos dirige hasta una ornamentada puerta, la cual da acceso al patio exterior del templo. Desde ahí, se llega hasta un estanque cuadrado con una fuente situada en el centro marcando los puntos cardinales.
El camino continúa hasta el acceso al jaba tengah, segundo y tercer patio del complejo, tras pasar por una puerta donde encontramos diferentes ornamentos simbolizando el Dewata Nawa Sanga, los nueve dioses principales del hinduismo. El último patio, el más elevado y sagrado del templo sólo es accesible durante importantes ceremonias religiosas. Nos pareció una maravilla, y durante un breve momento dejó incluso de llover (entradas 40.000 IDR).
En nuestra ruta de hoy teníamos previsto ir a la cascada Nungnung pero debido al tiempo, nuestro guía nos recomendó no hacerlo, ya que el accesos es a través de unas escaleras muy empinadas (500 escalones!), y cuando llueve se desaconseja ir por el peligro que supone, así que cambiamos esta visita por los arrozales de Jatiwulih, que visitaríamos después de comer.
Después de una parada en un mercado, llegamos hasta el mirador de los lagos gemelos, donde la lluvia nos volvió a dar una muy pequeña tregua y pudimos ver las vistas de los lagos y comernos la fruta que habíamos comprado en el mercado.
Volvimos a descender por la misma carretera hacia el famoso Pura Ulun Danu Bratan, uno de los templos más fotografiados de Bali (entradas 75.000 IDR).
El complejo consta de 9 templos, 285 santuarios y una estupa budista. Todo ello construido sobre islas en medio del lado y a lo largo de senderos que bordean su orilla. El templo principal aparece en los billetes de 50.000 IDR. Se puede pasear por los senderos e incluso navegar por el lago en canoa. Hay algunos photocalls a orillas del lago y un estanque para poder dar de comer a los peces.
Nos hizo muy mal tiempo durante esta visita, y tuvimos que darnos prisa para poder ver el templo antes de que fuese engullido por la niebla. Aún y así, el paisaje es espectacular.
Totalmente empapados, volvimos a nuestro coche y pusimos rumbo a los arrozales de Yatiwulih. Esta visita la hicimos en lugar de la cascada de Nungnung y realmente valió la pena. Comimos justo delante de la entrada, con unas vistas inmejorables, en un warung llamado Dhea Jatiluwih.
Después de comer iniciamos la visita (40.000 IDR). Hay varios recorridos, desde los 40 minutos hasta las 3 horas. Nosotros hicimos el de 40 minutos, por indicación de nuestro guía. El recorrido fue precioso. Se accede por un camino de tierra bordeando los arrozales y luego por otros caminos más pequeños entre medio de las plantaciones de arroz. El camino está preparado para poder pasar bien, sin resbalarse ni llenarse de fango, a pesar de la lluvia. Puedes ver a la gente trabar, con sus sombreros cónicos, e ir recorriendo los diferentes bancales en los diferentes estadios de cultivo, por lo que los colores van del negro al verde más intenso. Es realmente espectacular.
Después de esta visita pusimos rumbo al Templo de Tanah Lot, supuestamente para ver la puesta sol (60.000 IDR). Qué decir? Nos cayó el diluvio universal, mezclado con viento. Total, acabamos otra vez empapados.
Pura Tanah Lot (Templo de la Tierra en el Mar) es un precioso templo hinduista ubicado en un islote a 100 metros de la costa suroeste de Bali. Construido por un sacerdote durante el siglo XVI, el templo está dedicado a los espíritus guardianes del mar y se cree que está vigilado por las peligrosas serpientes marinas que habitan bajo la superficie (hay una cueva bajo en templo donde se pueden ver las serpientes).
Cuando la marea está alta, la roca en la que se ubica Pura Tanah Lot llega a cubrirse casi por completo, pero durante algunas horas al día es posible llegar hasta el templo caminando sin apenas mojarse.
El interior del templo, al que se accede a través de una escalera tallada en la roca, no se puede visitar, pero al atardecer es posible acercarse hasta el santuario para recibir una bendición otorgada por los sacerdotes.
Después de está visita, regresamos a Ubud, y tras secarnos en el hotel, salimos a cenar por el centro, y tras la cena, otro helado de coco...y sin parar de llover!