En el norte de Burgos, al pie de la Cordillera Cantábrica, se extiende el Monumento Natural de Ojo Guareña, un complejo kárstico que supera los 110 km de galerías excavadas por el agua y declarado Monumento Natural en 1996. Más que una cueva singular, Ojo Guareña es un auténtico universo subterráneo donde el río Guareña se hunde en la roca para reaparecer tras un viaje de centenares de metros.
Historia subterránea
Las primeras huellas humanas en Ojo Guareña datan del Paleolítico Medio, pero su ocupación se documenta hasta la Edad Media. Arqueólogos han encontrado herramientas líticas, restos de cerámica y pinturas rupestres en salas como Palomera y Prado Vargas, así como huellas fosilizadas de pies descalzos en la “Galería de las Huellas”. En el siglo XVIII se talló la Ermita de San Bernabé directamente en la roca, con un retablo barroco y pinturas murales que narran milagros de San Tirso.
Visitas guiadas y senderos
Existen dos tipos de visitas:
- Cueva-Ermita de San Bernabé: recorrido de unos 400 m adaptados, con la sala del Ayuntamiento, la pila “milagrosa” y la ermita interior.
- Cueva Palomera–Sima Dolencias: itinerario de espeleoturismo (2–4 h), apto para quien busque aventura y cuente con equipo básico.
Recomendaciones prácticas
- Mejor época: primavera (caudales máximos) u otoño (por sus colores).
- Acceso: coche hasta el aparcamiento de Cuevas–Ermita de San Bernabé (BU-5626); desde allí, 300 m a pie.
- Horarios y reservas: imprescindible reservar en la web oficial www.cuevaojoguarena.com
- Equipamiento: para la visita espeleológica, casco, frontal y calzado de monte; para la ruta, calzado de trekking y agua.