En lo profundo del Vallès Oriental, abrazado por riscos y cascadas, se esconde uno de los rincones más fascinantes de Cataluña: Sant Miquel del Fai. Este antiguo monasterio, incrustado literalmente en la roca, no solo es una joya arquitectónica sino también un santuario de paz y belleza natural.
El punto de partida ideal para descubrir este paraje es el encantador pueblo de Bigues i Riells, a unos pocos kilómetros del recinto. Desde allí, el acceso es sencillo por carretera y ofrece unas vistas que ya anticipan la majestuosidad del lugar. Para quienes prefieren sumergirse de lleno en la naturaleza, existen rutas de senderismo que permiten llegar caminando, siguiendo el curso del río Tenes, entre vegetación espesa, puentes de piedra y el eco constante del agua cayendo.
La visita al monasterio es una experiencia multisensorial. El sonido de las cascadas se mezcla con el silencio de la montaña. La luz se filtra a través de las grutas creando juegos de sombras, y cada rincón transmite siglos de historia. Es posible recorrer la antigua iglesia, visitar las grutas naturales formadas por la erosión del agua, y asomarse a miradores que cortan el aliento.
Aunque el recinto ha estado cerrado por restauraciones en los últimos años, el entorno sigue siendo un destino popular entre excursionistas y curiosos. Los caminos están bien señalizados y permiten adaptar la visita al ritmo de cada uno, ya sea para una aventura de medio día o para detenerse a contemplar con calma.
Sant Miquel del Fai no es solo un lugar para ver, sino para sentir. Es la clase de sitio que uno descubre una vez, y que luego queda grabado como una página especial en la memoria.
Desde Barcelona: Coche particular por la C-59 hasta Sant Feliu de Codines y luego seguir las indicaciones hacia Sant Miquel del Fai. El trayecto dura aproximadamente una hora.
Transporte público: No hay transporte directo al recinto, pero puedes tomar un tren o bus hasta Bigues i Riells y combinarlo con taxi o caminata si buscas una opción más aventurera.
Desde el aparcamiento: Hay un camino señalizado que lleva al monasterio. Es apto para todos los públicos, aunque hay algunas pendientes suaves.
Ruta de senderismo: Si te gusta caminar, puedes iniciar la excursión desde Bigues i Riells siguiendo el río Tenes. El sendero ofrece paisajes de cuento y rincones ideales para hacer fotos o detenerse a respirar naturaleza.
Monasterio e iglesia románica: Excavada en la roca, es el corazón histórico del lugar. Aunque ha estado cerrado por restauración, su fachada y entorno siguen siendo impresionantes.
Cascadas naturales: Especialmente espectaculares tras días de lluvia. El sonido y la vista son hipnóticos.
Grutas y miradores: Lugares formados por la erosión del agua, con vistas inmejorables del valle.
Es necesario resrvar. Consulta la web oficial del Parque Natural de Sant Miquel del Fai o la del Consell Comarcal del Vallès Oriental antes de ir, para confirmar accesos y horarios.
Lleva calzado cómodo, agua y protección solar. Aunque no sea una caminata exigente, ¡siempre es mejor ir preparado!
En Bigues i Riells encontrarás restaurantes locales donde disfrutar de cocina catalana: carnes a la brasa, embutidos, calçots en temporada y buen vino.
También puedes llevar picnic: hay zonas habilitadas cerca del aparcamiento donde se puede comer rodeado de naturaleza.