penas a un suspiro de la Selva de Irati, entre hayas y abedules, se alzan las piedras milenarias de la Real Fábrica de Armas de Orbaiceta. Lejos del bullicio de las ciudades, este enclave fue en el siglo XVIII un hervidero de martillos, yunques y fuego. Hoy, sus muros cubiertos de musgo susurran historias de forja, de familias que vivieron al ritmo del agua y del hierro, y de sueños de modernidad que chocaron con la montaña.
Un proyecto real, un reto inmenso
En 1784, Carlos III apostó por este vado sobre el río Ezka para fundar un complejo que abasteciera al ejército español. ¿Por qué aquí? Porque el lugar ofrecía todo: bosques inagotables para alimentar los hornos, minas de mineral próximas y una corriente constante capaz de accionar batanes y ruedas hidráulicas. La fábrica no tardó en convertirse en modelo de innovación: fundición, ensamblado de cañones y pulido de balas, todo bajo un mismo techo.
La vida entre yunques y campanas
Más de un centenar de trabajadores vivían en el poblado anexo, donde la iglesia marcaba los oficios y el yunque los ritmos de la jornada. Las mujeres acarreadas al agua, los niños aprendiendo el oficio junto al padre, los herreros probando aleaciones… Cada jornada terminaba al caer el sol, dejando en el aire un eco de martilleos y humo leve.
Declive y resurgir
El avance de la tecnología y las nuevas vías de comunicación condenaron a Orbaiceta al olvido: en 1884 cerró sus puertas. Pero la naturaleza se encargó de protegerlo. Hoy, sus ruinas han recobrado vida como Bien de Interés Cultural. Restaurados los caminos y señalizados los hornos, basta calzarse unas botas para adentrarse en un viaje al pasado.
Visita
Precios: acceso libre y gratuito.
Visita guiada:
Precio visita: Consultar
Empresa gestora: Pirineo Natura: 680 671 142 e Itarinatura: 660 268 750.
Observaciones:
Se ruega máxima precaución en caso de acceder a la parte baja de la fábrica.
Paneles temáticos permiten la interpretación de este enclave.
Respetar la señalización.
Ubicación: https://g.co/kgs/ArdVyiF
Se puede llegar en coche. Hay rutas de senderismo por los alrededores.