Relax, playa, piscina… ¿qué más puedo decir? Pasamos todo el día en el resort. Teníamos la comida y todas las bebidas incluidas, así que un coctel tras otro, pasamos la mañana disfrutando del caribe.
No fue posible hacer el check out por la tarde, tal y como pedimos (tenía un coste de $50 USD), pero nos dejaron quedarnos la habitación hasta la 13h. Nos cambiaron nuestras pulseras que eran válidas hasta las 18h. Dejamos las maletas en el coche y seguimos disfrutando de las instalaciones del hotel hasta la hora de nuestra partida.
Después de una experiencia inolvidable en Yucatán, llegaba el momento de decir adiós. Habíamos recorrido sus majestuosos cenotes, explorado antiguas ciudades mayas, y disfrutado de la calidez de su gente y su deliciosa gastronomía. Desde la vibrante Mérida hasta las tranquilas aguas de sus playas, cada rincón de Yucatán nos había regalado recuerdos que atesoraremos por siempre. Sin olvidar, Chichén Itzá, una de las Nuevas Siete Maravillas del Mundo. Nuestra sexta maravilla visitada. ¡Ya solo nos quedaba una! Hasta pronto, Yucatán.
A la hora prevista, nos fuimos al aeropuerto, pasando antes por la oficina de alquiler de coches. Tras los trámites, nos llevaron al aeropuerto en furgoneta. Tomamos un vuelo de Air Europa de 8:40 horas de duración, con destino a Madrid (22:25h).
Ya al día siguiente, hicimos escala en Madrid (1h25h) y tomamos un segundo vuelo que nos dejará por fin en casa (50min). Llegamos a Barcelona sobre las 16:35h, hora local.
Con los recuerdos de este viaje muy presentes, nos despedimos de esta fantástica aventura y ¡hasta el próximo viaje!