Embarcamos a mediodía en el Airbus 380 de Emirates, el increíble avión de dos pisos en el que repetiríamos experiencia en otros viajes. Después de un primer vuelo de 6 horas y 45 minutos, hicimos escala en Dubái (3 horas y 25 minutos de tránsito), y cogimos otro vuelo, de unas 3 horas y 10 minutos, con el que llegamos finalmente a Delhi la mañana del martes, a las 8:40 a. m., hora local (unas 13 horas, y unas cuantas películas más tarde).