Hoy nos íbamos a las islas Gili en lancha rápida, y no sabíamos la que nos esperaba!. Teníamos previsto pasar allí dos días pero a causa de un temporal marítimo, cancelaron todos los barcos y nos quedamos atrapados allí hasta el cuarto día que pudimos embarcar en un ferry lento. Pero vayamos por partes!
A las 9 de la mañana vino una persona de la agencia Sonrisa Viajes a recogernos al hotel. Nos acompañó hasta las oficinas de la empresa donde teníamos reservada la lancha rápida, Golden Queen. Tras los trámites de rigor y una corta espera, nos acompañaron hasta el muelle donde nos esperaba nuestra lancha.
El trayecto fue agradable. Habíamos leído que el mar suele estar revuelto y mucha gente se marea pero por suerte no fue nuestro caso. Paramos primero en Gili Trawanan donde bajó parte del pasaje y también subió más gente. Nos hicieron subir a la parte de arriba de la lancha, y el último tramo del viaje, hasta Gili Air, lo pasamos sentados en el suelo y a pleno sol. No muy cómodos, la verdad. Si no queréis que os pase lo mismo, quedaros abajo porque una vez arriba, colocan las maletas de los que suben en Gili Trawanan, y ya no se puede volver a bajar.
En apenas una hora y media estábamos en nuestro destino. Al desembarcar en Gili Air tuvimos que pagar una tasa de 10.000 IDR por persona, y una vez en tierra, fuimos caminando hasta nuestro alojamiento, que afortunadamente habíamos escogido a pocos metros de puerto, el hotel Royal Regantris Villa Karang. No podemos más que decir maravillas de este hotel. La piscina y los jardines son fantásticos, en plena naturaleza, y las habitaciones muy amplias y bien acondicionadas. Como en todos los hoteles de Indonesia, los baños algo anticuados, pero es una norma del país. En la puerta del hotel hay otra piscina, y el restaurante en pleno paseo marítimo. Por la noche hacen cine a la fresca. Estuvimos realmente bien en este hotel.
Una vez instalados salimos a caminar por el perímetro de la isla en busca de un restaurante donde comer. A poca distancia hacia el este encontramos el Chill Out Bar, donde disfrutamos de una excelente comida a base de pescado.
La isla de Gili Air es una pequeña isla prácticamente virgen donde no hay vehículos a motor, sólo puedes desplazarte a pie, en bicicleta o en coche de caballos. Recorrer su perímetro no lleva más de 1h30min.
En todos los restaurantes y chiringuitos de playa hay hamacas, que puedes ocupar si realizas alguna consumición. Muchos también cuentan con un columpio dentro del agua para hacerse fotos. El atardecer es el mejor momento para disfrutar de estos lugares.
Pasamos la tarde recorriendo la isla y parándonos para tomar un baño o disfrutar de algún columpio en el agua. También recorrimos los caminos internos de la isla, donde se pueden ver pequeñas aldeas con cabañas de techos de paja y niños jugando a la pelota descalzos.
Suponemos que como consecuencia de la pandemia la isla se ha deteriorado bastante, ya que se pueden ver hoteles abandonados y casas derruidas, pero el ambiente que se respira en todas partes es muy agradable. Hay muy buen rollo en Gili Air!!!
Pasamos por el hotel después de recorrer la isla en poco más de una hora y aprovechamos para reservar nuestra salida de snorkel para el día siguiente. En el mismo hotel hay un pequeño puesto en la entrada donde se pueden reservar excursiones.
Salimos de nuevo antes del anochecer para instalarnos en un chiringuito a ver la puesta de sol. En la costa oeste todos los bares tienen las hamacas en la arena para que te instales a disfrutar del momento, y eso hicimos!.
Cenamos en una pizzería buenísima, Mama Pizza, que siempre tenía cola, y enseguida entendimos por qué! Sentados en unos cojines en la arena y envueltos del buen rollo de la isla, disfrutamos de nuestra pizza y acabamos de pasar nuestro primer día en Gili Air.