Por la mañana, dejamos Chiang Mai y cogimos un avión para la isla de Phuket. Localizada en el mar de Andamán, la isla de Phuket es la más grande de Tailandia. Nuestro hotel, el Sugar Marina Resort Surf Kata Beach, estaba situado en la playa de Kata, una de las más tranquilas de la isla, a pesar del turismo masivo de los últimos años.
Llegamos a nuestro hotel en una mini-van compartida, que tomamos en el mismo aeropuerto. La mini-van nos paró en una agencia de viajes. Dijimos que ya teníamos todo reservado y que no nos interesaba, y aun así nos hicieron bajar. Aunque no fueron muy insistentes, enseguida pudimos continuar nuestro viaje hasta el hotel. Eso sí, tardamos 3 horas en llegar. Después de instalarnos, comimos justo enfrente del hotel y dedicamos el resto del día a relajarnos y descansar en Kata Beach y en la piscina del hotel. ¡Tuvimos la tarde libre! Eso sí, tuvimos que reservar las excursiones de los próximos días en una agencia justo en la puerta del hotel.
Una de las visitas que se pueden hacer en Phuket es el Gran Buda, localizado entre la zona de Chalong y Kata. El símbolo principal de la isla, su famoso Big Buda, está situado sobre una colina y ofrece vistas impresionantes, ya que desde allí se tiene una visión panorámica de la isla. Con cerca de 25 metros de altura y su característico color blanco, es uno de los Big Budas más grandes de Tailandia.
También se puede visitar la ciudad de Phuket, conocida como Old Phuket, el principal y más antiguo núcleo urbano de la isla. Posee un casco histórico de estilo colonial que merece la pena conocer. Phuket fue una isla que estaba en la ruta comercial entre el Sudeste Asiático, la India y Europa, siendo un lugar importante para comerciantes portugueses y chinos. De esa época, todavía se conservan antiguos edificios y calles por las que merece la pena perderse (nosotros no llegamos a ir).
En nuestra primera noche nos acercamos hasta un mercado nocturno con muchos puestos de pescado y otras delicias. Podías escoger lo que querías comer y te lo cocinaban al momento. ¡Un gustazo!