Durante nuestra estancia en El Cairo realizamos la visita del recinto de las pirámides de Gizeh y la Esfinge, así como una visita cultural guiada por la ciudad, que incluía el barrio Copto, la ciudadela de Saladino con la Mezquita de Mohamed Ali y el museo de Egipto, donde se encuentra el tesoro de Tutankamon. También dispusimos de tiempo libre para visitar el barrio islámico y pasear por el Bazar Khan El-Khalili.
En nuestro primer día en El Cairo empezamos visitando la Ciudadela de Saladino y la Mezquina de Mohamed Ali. Nuestro guía fue Ahmed, que nos acompañó a lo largo de todo el viaje. Durante nuestra estancia en la ciudad de El Cairo, y debido a la escasa afluencia de turistas durante ese año (2015), estuvimos solos con él. Fue un auténtico lujo tener un guía para nosotros solos aunque para ellos no era la mejor situación.
La Ciudadela de Saladino, construida en el siglo XII, es un lugar con un pasado repleto de acontecimientos históricos que han sido trascendentales para la historia actual de Egipto. Sus imponentes muros y su magnífica ubicación la convierten en uno de los paseos más fascinantes y agradables de El Cairo.
Situada en la cima de la colina Muzzattam, la Ciudadela de Saladino debe su nombre a su constructor, Salah eddin AlAyoubi. Su llegada a Egipto en 1171 marcó la abolición del poder fatimí y la reinstauración del Islam como la religión oficial del país.
Para proteger la ciudad, Saladino ordenó la construcción de una ciudadela en las montañas de Al Moqattan que sirviera como fortaleza y residencia real. La edificación comenzó en 1176, para lo cual se demolieron las mezquitas y tumbas fatimíes de los lugares que ocuparían las grandes murallas. Además, se utilizaron bloques de piedra de las Pirámides de Giza en su construcción.
Cada 100 metros se construyeron torres conectadas a las murallas, que servían a un doble propósito: permitir la entrada de luz a través de sus aberturas y ofrecer un sector para apostarse guardias que defendían la ciudad con flechas. Las dos torres principales, ambas situadas en la esquina noreste, son conocidas como Borg Al Ramía (Torre de Arena) y Borg Al Hattad (Torre del Herrero). La parte sur de la fortificación y el sector que desciende la ladera por el oeste datan del siglo XIX.
El interior de la ciudadela alberga hermosas mezquitas, destacando la Mezquita del Sultán Hassan, situada en la ladera occidental, cerca de la entrada principal de la fortificación. En la parte sur se encuentran los palacios y establos, entre los cuales sobresale la Mezquita de Alabastro, más conocida como la Mezquita de Mohamed Alí.
La Mezquita de Mohamed Alí, construida entre 1830 y 1848, fue erigida en memoria del hijo mayor de Muhammad Ali, quien falleció en 1816. Muhammad Ali ordenó su construcción y el arquitecto Yousif Boushnak, un armenio que llegó desde Estambul, fue el encargado de realizarla siguiendo el modelo de las mezquitas otomanas.
El diseño de la mezquita se basa en el estilo otomano, con una gran cúpula central rodeada por semi cúpulas de menor tamaño y dos estilizados alminares en sus esquinas. La Mezquita de Mohamed Alí es también conocida como la Mezquita de Alabastro debido a su revestimiento interior y exterior realizado en este material.
La mezquita tiene una forma rectangular y se compone de dos secciones: la principal, "Beit al-Salah," al este, y el patio o "Al-Sahn" al oeste. La parte oriental está dedicada a la oración y cuenta con una decoración única, en parte con tallas de madera y con un estilo influenciado por la estética francesa. La parte occidental, el gran patio de 54 metros de largo por 53 metros de ancho, alberga la fuente de las abluciones, un reloj regalo de Luis Felipe de Francia a cambio del obelisco situado en la Place de la Concorde de París, y la tumba de Muhammad Ali. Muhammad Ali es reconocido por impulsar la modernización de Egipto y realizar grandes cambios en múltiples aspectos de la vida política, social y económica; su período de gobierno es conocido como el comienzo del renacimiento de Egipto.
De regreso al centro de El Cairo, visitamos el Barrio Copto. Dimos un breve paseo, sin entretenernos mucho, ya que la zona resultaba un poco insegura para los turistas. Solo visitamos la Iglesia de San Sergio.
El barrio Qasr al-Sham, también conocido como el Barrio Copto, recibió ese nombre por los habitantes autóctonos que residían en la ciudad cuando los árabes conquistaron Egipto. Estos habitantes, cristianos egipcios en su mayoría, pasaron a llamarse "coptos," continuando hasta nuestros días bajo ese nombre aquellos que profesan mayoritariamente la fe ortodoxa.
Según el Evangelio, en esta zona de El Cairo vivió la Sagrada Familia durante su exilio en Egipto. Por ello, las calles del Barrio Copto están llenas de historia cristiana, pero también judía. En el centro de la zona se encuentra el Museo de Arte Copto, rodeado de diversos templos religiosos.
El pueblo bizantino contribuyó significativamente a la riqueza histórica del área, ya que allí existió una importante fortaleza sobre la cual descansan algunos edificios emblemáticos. En la iglesia de San Jorge (Keniset Mari Guirguis), de culto griego, destaca su planta circular y el icónico San Jorge, que atrae a numerosos peregrinos.
La iglesia de Santa María (Keniset Sitt Mariam), también conocida como la Iglesia Colgante, está situada sobre la antigua fortaleza. Anteriormente llamada "Iglesia de la Escalinata" debido a las empinadas escaleras que se deben subir para acceder a ella, posee una fachada con gemelos campanarios blancos. Desde su mirador se pueden contemplar varios de los restos de la fortaleza romana que aún permanecen en pie.
Los palestinos acuden a la Sinagoga Ben Ezra (también conocida como Sinagoga El-Geniza), del siglo XIX, construida sobre una anterior sinagoga romana en el lugar donde se cree que fue encontrado el bebé Moisés. Alrededor de ella se pueden visitar las criptas de algunas iglesias que contienen pozos históricos, que se cree fueron visitados por la Virgen María. Una de ellas es la Iglesia de San Sergio (Keniset Abu Sirga), de finales del siglo V y actualmente de culto ortodoxo. Desde el interior de la iglesia se bajan unas escaleras a la cripta donde se dice que se alojó la Sagrada Familia en su viaje a Egipto.
También se dice que la Virgen María visitó la cripta de la Iglesia de la Virgen (Keniset al-Adra), construida junto al antiguo cementerio griego ortodoxo. Tanto la iglesia como el cementerio forman parte de un gran recinto arquitectónico que incluye el Monasterio de San Jorge.
Para completar la visita del Barrio Copto, se puede visitar la Iglesia de Santa Bárbara, de finales del siglo V, aunque la restauración que podemos ver hoy data del siglo X. Destacan las columnas de las tres naves del interior, traídas de monumentos anteriores, así como los mármoles policromados y los finos trabajos de marquetería que decoran la iglesia.
Después de esta visita, regresamos a nuestra furgoneta y, atravesando el caótico tráfico de El Cairo, llegamos a nuestra siguiente parada, el Museo Egipcio.
Inaugurado en 1902, el Museo Egipcio de El Cairo es un edificio de dos plantas, situado en el centro de la ciudad y rodeado de un pequeño jardín decorado con esculturas antiguas.
La planta baja, dedicada a la escultura, los papiros, las monedas y los sarcófagos, está dominada por las colosales estatuas de Amenhotep III y de la reina Tie, situadas al fondo del gran atrio.
De los papiros se conservan pequeños fragmentos, debido a su deterioro en los últimos dos milenios. Están escritos en varios idiomas: griego, latín, árabe, egipcio antiguo y jeroglíficos. Las monedas, de oro, plata y bronce, no solo provienen de Egipto, sino también de Grecia, Roma e incluso del mundo islámico, lo que ha permitido a los historiadores investigar el comercio del antiguo Egipto.
En la planta baja también se encuentran objetos de los Imperios Antiguo, Medio y Nuevo, que incluyen estatuas, pinturas y sarcófagos. Entre ellos, destacan los objetos hallados en las tumbas de varios faraones, así como otros muchos encontrados en el Valle de los Reyes.
En la primera planta se encuentra, sin lugar a dudas, la mejor colección del museo: el Tesoro de Tutankamon. Este tesoro incluye más de 3500 piezas encontradas en la tumba del faraón en el Valle de los Reyes, tales como la famosa máscara y los sarcófagos de oro, joyas, el trono de oro, vajillas de alabastro y mobiliario. Las colecciones expuestas son tan ricas que es imposible visitarlas todas en un solo día.
La exposición sigue un orden cronológico, presentando objetos de las últimas dinastías, entre ellos piezas de las dinastías XXI y XXII de Tanis, como la máscara de oro del faraón Psusennes I. La colección culmina con varias piezas del periodo romano, incluyendo un mosaico con la cabeza de Medusa.
En los sótanos del museo, aún hay una gran cantidad de objetos almacenados que no han sido documentados, muchos de ellos procedentes de aproximadamente 600 tumbas, cuyo inventario llevará años completar.
El 28 de enero de 2011, durante las protestas en Egipto, varias personas lograron acceder al interior del museo, pese a un intento de protección popular que creó un cordón humano alrededor del edificio para protegerlo de saqueos y de un incendio próximo, originado en un edificio gubernamental.
Inicialmente, los medios de comunicación informaron que dos momias habían sido profanadas, pero cuando algunas personas accedieron al interior para documentar los daños, encontraron destrozos en varias salas y el robo de piezas, incluyendo varias estatuas de la colección de la tumba de Tutankamon. Al día siguiente, el ejército asumió la protección del museo.
Está prohibida la entrada con cámaras fotográficas (que deben dejarse en la consigna) y hay un espacio con una colección de momias que requiere una entrada aparte.
Recientemente se ha inaugurado un nuevo museo arqueológico (2024) situado cerca de las pirámides. Cuando se pueda visitar en su totalidad, será el museo arqueológico más impresionante del mundo. ¡Tendremos que volver!
Tras esta visita, nos llevaron a comer a un restaurante local justo enfrente de las pirámides. Una vista espectacular para un primer día de contacto con la ciudad.
Después de comer nos acercamos a un taller de perfumes donde nos explicaron la elaboración de las esencias.
Regresamos al hotel y tuvimos tiempo libre para descansar antes de asistir al espectáculo de luz y sonido en las pirámides. Con unos auriculares con audio en español, pudimos seguir la historia de este yacimiento, declarado Patrimonio de la Humanidad y una de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo, a través de la música y de proyecciones, que nos trasladaron al ambiente del Egipto de los faraones (1h de duración).
Tras disfrutar de este impresionante espectáculo regresamos a nuestro hotel para cenar antes de retirarnos a descansar.