Mucho más descansados y con ganas de explorar, empezamos el día desayunando en el hotel. Dejamos la visita de Cancún y sus alrededores para los últimos días de nuestro viaje por lo que pusimos rumbo a Playa del Carmen, iniciando así nuestra ruta por la Riviera Maya.
Playa del Carmen, en su día un pueblecito de pescadores, es ahora una de las zonas costeras más de moda de la Riviera Maya. Pertenece al estado de Quintana Roo y es famosa por sus playas bordeadas de palmeras y sus arrecifes de coral. La Quinta Avenida se extiende en paralelo a la playa, una calle peatonal llena de tiendas, restaurantes y clubes nocturnos.
Una vez instalados en el Hotel Riviera Maya Suites, nuestra idea era disfrutar de la cercana Playa Mamitas, a apenas dos calles de nuestro alojamiento, pero el tiempo amenazaba lluvia y hacía muchísimo viento así que nos fuimos a dar un paseo por la Quinta Avenida, donde aprovechamos para comprar una tarjeta SIM y cambiar algo de moneda.
A mediodía empezó a despejar y decidimos asomarnos a la playa. El acceso a la playa es libre y está repleta de clubes donde poder instalarse en una hamaca a pasar el día y comer frente al Caribe Mexicano. Como no apetecía nada bañarse, nos quedamos en el Mamitas Beach Club a comer, un pescado caro y no demasiado exquisito, y regresamos a nuestro hotel, donde aún pudimos pasar un rato en la piscina, un poco más resguardados y sin tanto viento.
Tras esta mañana de relax salimos a pasear por la Quinta Avenida. Cada ciudad del mundo tiene su arteria principal, su calle más famosa…los Campos Elíseos en París, el Paseo de Gracia en Barcelona, la Gran Vía de Madrid…algunas más lujosas y otras más discretas, pero todas ellas se distinguen por ser un lugar de compras, gastronomía y diversión. En Playa del Carmen esa calle se llama Quinta Avenida.
Este pintoresco paseo peatonal plagado de bares y restaurantes, cafeterías, boutiques de moda, galerías de arte, joyerías, tiendas de artesanías… es el lugar perfecto para disfrutar del ambientazo que caracteriza a este incomparable destino del Caribe Mexicano.
La Quinta Avenida tiene unos 5 kilómetros de largo y corre en paralelo a la línea de costa, pero su tramo peatonal son sólo unos 2 km, desde la calle 42 Norte hasta la zona del Parque Fundadores y el centro comercial Paseo del Carmen (calle 1 Sur). Un par de kilómetros llenos de posibilidades que hacen de esta avenida un lugar de visita obligada para quienes visitan Playa del Carmen y, en general, toda Riviera Maya.
Desde que Playa se convirtió en un destino turístico, esta calle ha sido su columna vertebral. Según el momento en que la recorras te puedes encontrar con cosas distintas. Por la mañana es un lugar tranquilo, perfecto para desayunar, tomar un café y pasear. A medio día el ambiente empieza a subir de tono y los restaurantes y las tiendas se convierten en el centro de atención. La tarde es para pasear, tomar un helado, ir de compras o disfrutar de algún espectáculo callejero. Y para los más noctámbulos, la noche es, por supuesto, para la fiesta.
Nos sorprendió gratamente el ambiente de la Quinta que, a pesar de ser muy turístico, es tranquilo y seguro, al menos para pasear y cenar. Nosotros tomamos algo en Chez-Céline, una cafetería francesa con excelentes desayunos y opciones de bocadillos y hojaldres a cualquier hora. La Quinta Avenida es sin duda un lugar que no te puedes perder en Playa del Carmen.