Cerca de Playa del Carmen se encuentran numerosos parques temáticos con atracciones acuáticas y de aventura. Nosotros visitamos Xcaret, un parque que combina zonas arqueológicas mayas con más de 50 atractivos rodeados de selva, ríos subterráneos y el Mar Caribe. Fue un día increíble, uno de los mejores de nuestro viaje.
Nuestras entradas Xcaret Plus incluían además una comida buffet en el restaurante de nuestra elección (con bebidas, cafés y cerveza incluida), y el acceso a instalaciones exclusivas del Área Plus, con vestidores y duchas privadas. Es aconsejable comprar las entradas anticipadas en la web, siempre hay algún descuento (135€/persona con descuentos, en taquilla 155€).
El parque es enorme así que intentamos seguir un orden que no nos hiciera caminar más de lo necesario. Dedicamos la mañana a las actividades acuáticas y después de comer, visitamos el poblado maya y las áreas de fauna.
Al Parque se accede a través de la Plaza principal, donde se encuentra vestidores, taquillas, aseos, cajero automático y farmacia. Al entrar te colocan una pulsera que te da acceso al parque. Está prohibido ingresar con protector solar que no sea biodegradable, así que tuvimos que dejar los nuestros en taquilla (que por cierto, se nos olvidaron y se quedaron allí). En su lugar, nos facilitaron unos sobres de protector biodegrable. En la entrada también se encuentra un buffet de desayuno (25€/persona) y el Centro de Reservas de Actividades Opcionales.
Lo más curioso de la Plaza Principal es lo que se encuentra justo debajo de ella: una cava con las mejores etiquetas de vino de México (se permiten visitas con cita previa). A la salida es una buena opción para adquirir artesanías, regalos y música mexicana para llevar de recuerdo a casa.
Desde la Plaza Principal parten 3 de los 5 senderos que recorren el parque. Dejamos la Ruta Maya (Blanca) y la Ruta México espectacular (Barro) para la tarde y seguimos por la Ruta Río (Negro). Antes de iniciar el sendero de la Selva Tropical, desayunamos en un puesto de desayunos situado justo en la entrada del sendero.
Las atracciones que se pueden ver en la Ruta Río son las siguientes:
Dejamos atrás el ruido y emprendimos un recorrido hacia el corazón de Xcaret: la selva. Caminamos a través de árboles y plantas nativas de la Riviera Maya y Yucatán, acompañados por los sonidos de la naturaleza. Conocimos los árboles sagrados de los pueblos originarios, como el chicozapote (de donde se obtiene el chicle), la ceiba, y los árboles Chechén y Chacah.
El Programa de Propagación y Rescate de Vegetación Silvestre de Xcaret, cuenta con más de 70,000 plantas endémicas distribuidas en los viveros del parque.
Este sendero también nos lleva al Museo Viviente de Orquídeas y Bromelias, y a la entrada del Río del Paraíso.
A lo largo del sendero, los animales se van cruzando en tu camino. Además, fuimos de los primeros en entrar al parque y pudimos disfrutar de esta zona de la selva totalmente solos.
Siguiendo en Sendero de la Selva se llega a la zona de las orquídeas y las bromelias.
En Xcaret se cultivan orquídeas regionales, algunas en peligro de extinción. De las 105 especies de orquídeas que existen en esta región de Mesoamérica, 89 se pueden admirar aquí. Aunque frágiles en apariencia, con los cuidados adecuados para su reproducción y crecimiento, las orquídeas pueden llegar a vivir ¡hasta 30 años!
También se pueden ver plantas de vainilla creciendo junto a algunas orquídeas. Se trata de la orquídea Vanilla Planifolia, pues esta aromática especia es su fruto maduro.
Junto a las orquídeas hay también un invernadero de bromelias y una zona de injertos en mesas de cultivo.
Después de este recorrido por la selva, se llega al Río del Paraíso, donde se puede navegar en una balsa por sus aguas cristalinas mientras se disfruta de los paisajes del Sendero de la Selva Tropical. Fue un momento mágico: los sonidos de la selva, el paisaje….
¿No queríais aventura? ¡Pues aquí teníamos la primera! A través del acceso Xcaret Plus, nos cambiamos y dejamos nuestras pertenencias en unas taquillas. Parte de nuestra ropa y los zapatos, los enviamos en una bolsa impermeable a través del río. Te dan un resguardo y a la salida de los ríos tienes las cosas allí. Es muy práctico.
Una vez listos con nuestros chalecos salvavidas, nos dispusimos a entrar en los túneles. Julián y mi madre se tuvieron que registrar antes de entrar al agua. Los mayores de 60 años han de firmar conforme no tiene problemas graves de salud como para realizar semejante aventura. Pasados los trámites, escogimos el recorrido del río azul y nos sumergimos en el agua.
Hay tres ríos subterráneos en Xcaret: Río Azul, Río Prehispánico y Río Manatí. Sólo los ríos Azul y Prehispánico están abiertos para los visitantes. Los tres desembocan a orillas del mar, junto a manglares habitados por flamencos rosas.
Estos ríos subterráneos, de aguas frescas y cristalinas, que nacen en el interior de la tierra, son un lugar único y espectacular que vale la pena explorar en tu visita a Xcaret.
Recorrimos un auténtico laberinto de cuevas y túneles iluminados por luz natural, proveniente de los respiraderos. Durante el trayecto se pueden observar formaciones de coral fosilizadas en la roca, muestra de los miles de años en los que este lugar fue parte del mar.
El río azul tiene una longitud aproximada de 800 metros, y cada 200 metros aproximadamente, hay una salida al exterior, por si te cansas y necesitas salir. Avanzar por este río no es nada fácil con el chaleco puesto. En algunos tramos tuvimos que utilizar las cuerdas que hay en la pared para poder movernos del sitio puesto que no hay nada de corriente. El uso de chaleco salvavidas es obligatorio. La salida de los ríos es en la otra punta del parque, por lo que al salir tuvimos que regresar al inicio para recuperar nuestras cosas.
Deshicimos en camino y una vez recuperadas nuestras pertenencias, seguimos explorando el parque. De nuevo desde el acceso a los ríos, seguimos con el recorrido:
A las 11, 13h y 15h, tiene lugar la ceremonia de los Voladores de Papantla, igual que la que tiene lugar junto al Arco Maya de Playa del Carmen.
En esta ceremonia cinco hombres suben por un mástil hasta llegar a la parte más alta. Ahí, uno de ellos se incorpora en la plataforma para iniciar la danza de los Voladores de Papantla mientras toca melodías con flauta y tambor en honor al sol y a los cuatro elementos, con lo que se da inicio a este ritual.
A continuación, los otros cuatro danzantes atados al mástil por largas cuerdas se lanzan desde la plataforma y descienden dando giros que imitan el vuelo de los pájaros hasta llegar al suelo.
La ceremonia ritual de los Voladores de Papantla está considerada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco. No coincidimos con el horario del espectáculo, así que no lo pudimos ver hasta la noche, en el espectáculo final.
Xcaret, originalmente llamado Polé, tiene más de mil años de historia. Aquí estuvo asentada una comunidad prehispánica dedicada al comercio marítimo. De igual forma, fue un importante puerto de navegación y centro ceremonial, pues de aquí partían los canoeros de los pueblos originarios hacia Cozumel, para adorar a la diosa Ixchel.
Las zonas arqueológicas prehispánicas de Xcaret están distribuidas en la parte posterior de la caleta, en los Senderos de la Selva Tropical, detrás del escenario de los Voladores de Papantla y entre el Foro Abierto y el Acuario de Arrecife de Coral. Las fuimos encontrando a lo largo del día.
Llegamos a esta isla a través de los caminos de la selva, donde se encuentra el hábitat del mono araña y el saraguato, ambas especies en peligro de extinción. Estos residentes de Xcaret disfrutan de su día realizando acrobacias, aunque también son amantes de las siestas a la sombra.
Los venados son tan importantes en esta zona que a la Península de Yucatán se le llama 'La Tierra del Faisán y el Venado'. Simbolizan la riqueza biológica del sureste y en Xcaret se contribuye a su conservación.
Los flamencos son aves muy vistosas que destacan por el rosa brillante de sus alas, sus largas patas y sus estilizados cuellos.
El sureste del país es una de sus principales zonas de anidación, por lo que Xcaret es el hábitat perfecto.
Se pueden ver en la entrada del parque, a la salida de los ríos subterráneos y en la zona de playa.
En el refugio de los simpáticos tapires podremos ver a esta especie típica de la región y que se encuentra en peligro de extinción.
Es una de las pocas especies que ha mantenido la misma apariencia física desde hace millones de años. Lo que más llama la atención es su hocico, similar a una pequeña trompa. Gracias a ella, percibe con facilidad los olores de su entorno y, si los vemos comer, podremos apreciar que le sirve como una mano con la que toma la fruta para llevarla a la boca.
En este punto dejamos la Ruta Río (negra), para tomar el desvío de la Ruta Acuario (Azul). Pasamos por el Foro abierto (teatro al aire libre) y otra zona arqueológica, y llegamos al Acuario y al espacio de tortugas protegidas:
En este acuario se pueden observar más de 150 especies marinas, destacando medusas, corales duros y blandos, peces de diversos colores y caballitos de mar, además de mostrar la riqueza de los arrecifes de coral en México.
Este acuario es único en el mundo ya que se recrean de manera precisa las condiciones de vida silvestre, utilizando tecnología avanzada de bombeo de agua para garantizar la mejor calidad de vida para todos los organismos.
En este espacio tendremos la oportunidad de presenciar a las especies más antiguas del mundo: las tortugas marinas. Aunque han sobrevivido durante millones de años, en la actualidad se enfrentan a la amenaza de la extinción.
De las siete especies de tortugas marinas que existen en el mundo, todas anidan en las costas de México y cuatro de ellas en Quintana Roo. Por esta razón, el parque Xcaret está comprometido con su protección a través del Programa de Conservación de Tortugas Marinas en la Riviera Maya junto con Flora, Fauna y Cultura de México, A. C.
Este programa garantiza su cuidado hasta que alcancen el tamaño suficiente para enfrentarse a sus enemigos naturales, para luego ser reintroducidas en el mar y con mayor probabilidad de supervivencia. Aquí se pueden observar tortugas de diferentes tamaños en diversas áreas como en pozas naturales o hábitats con ventanas que te permiten verlas nadar y descansar.
El resto de actividades de esta ruta son opcionales y de pago, como nadar con delfines o con tiburones, así que seguiremos adelante y enlazamos con la Ruta Playa (verde). Las actividades en esta zona son las siguientes:
En la playa de Xcaret encontramos el refugio ideal para relajarnos, descansar a la sombra de las palapas y disfrutar del paisaje de la bahía frente al Caribe. Nos dimos un baño refrescante mientras nos tomábamos unos estupendos zumos de mango.
Junto a la playa hay un acceso a esta caleta para snorkel. Se baja por unas escaleras de cemento para descubrir el fondo marino repleto de peces de colores.
Estas albercas o pozas naturales se llenan constantemente con agua de mar por la acción de las olas. Son lugares únicos para nadar, divertirse e incluso observar peces. Los más activos pueden deslizarse por un tobogán o cruzar de un extremo a otro por dos cuerdas suspendidas en el aire, el resto de mortales simplemente podemos disfrutar de la vista del Caribe.
Llegados a este punto, hicimos una pausa para comer. En los alrededores de la zona de playa hay varios restaurantes con buffet internacional y de marisco.
Como ya habíamos acabado con las actividades acuáticas, nos cambiamos de ropa antes de comer para pasar la tarde de actividades culturales y restos mayas.
Escogimos el buffet del restaurante El Manglar, de pescados y marisco. La comida fue espectacular: ceviche de salmón, pescados para todos los gustos, gambas a la plancha, y también opciones de carnes, ensaladas, pastas, verduras…..¡no sabías por dónde empezar! De postre una selección de frutas tropicales, dulces y una máquina de helados. Las bebidas y los cafés también estaban incluidos.
Tras esta espectacular comida, seguimos recorriendo parte de la Ruta del Río (negra) que nos habíamos saltado al inicio, y vimos:
Los murciélagos son especies inofensivas. Cerca de la laguna vamos a encontrar esta enigmática cueva, hogar de muchos murciélagos. Estos especímenes resultan indispensables para el equilibrio ambiental pues en la naturaleza dispersan semillas, controlan plagas y polinizan flores. Por las noches, salen para alimentarse de frutas e insectos, y durante el día disfrutan de la frescura y oscuridad de su cueva.
Se puede entrar a su caverna y observarlos colgando entre grietas y orificios, eso sí, hay que permanecer en silencio para que duerman a gusto.
En medio de la vegetación tropical de Xcaret podremos visitar una tranquila laguna donde se pueden ver sus dos habitantes desplazándose por el fondo: Pompom y Nohoch.
Pompom y Nohoch son dos manatíes rescatados que tienen su hogar en esta laguna. Es especial para ellos, pues tiene la profundidad y la temperatura adecuada para su cuidado y conservación. Son alimentados y monitoreados por expertos en atención y protección de mamíferos marinos.
Los manatíes son una especie muy curiosa: tienen el cuerpo de una ballena, aletas de foca y la cara de un león marino. A pesar de su gran tamaño (pueden pesar hasta 500 kilos), comprobamos que son muy tranquilos y cariñosos. Les encanta nadar despacio, comer y sobre todo, descansar.
Pasamos por otras zonas de actividades de pago, como el nado con mantas raya y otras aventuras infantiles. Dejamos atrás otras ruinas mayas y enlazamos con la Ruta Pueblo Maya (blanca). Aquí vimos:
Esta espectacular isla aislada de tierra firme, se puede observar a distancia desde un puente colgante. En ella habitan dos grandes felinos, una pareja de jaguares que tiene aquí su hábitat. Esta fascinante especie es curiosa por naturaleza y gusta de tomar largas siestas debajo de una rica sombra.
Este animal, considerado sagrado por los antiguos pueblos originarios debido a su fuerza, velocidad y hermosa piel, era venerado como una entidad sobrenatural llamada Balam.
Si tienes suerte, se pueden contemplar a estos dos hermosos ejemplares de jaguar de Xcaret México en un hábitat natural, diseñado especialmente por expertos para ofrecerles sombra, comida, agua fresa, zonas de descanso y enriquecimiento ambiental. Nosotros no conseguimos verlos. La vegetación en la isla es densa y permanecieron ocultos durante todo el tiempo.
El mariposario de Xcaret es uno de los más grandes del mundo, con un área de vuelo libre de 3.500 m2, una altura de 15 m y más de 1.000 mariposas libres. Aquí se muestra el ciclo de vida de las mariposas y su metamorfosis, convirtiéndola en una especie fascinante.
Grupo Xcaret tiene un programa de reforestación que brinda el mejor alimento para las orugas y permite embellecer el parque y sus alrededores contribuyendo al bienestar de nuestro ecosistema.
Entramos al santuario de los plumajes vistosos y los cantos paradisíacos. Contemplamos la belleza de la guacamaya roja y verde, el tucán con su pico de colores y el imponente zopilote rey.
El Aviario de Inmersión de Xcaret es el resultado de muchos años de investigación. Aquí se crearon hábitats naturales que permiten el desarrollo de más de 1.500 aves mexicanas, algunas de ellas en peligro de extinción.
Uno de los programas de conservación más reconocidos de Xcaret es el de la guacamaya roja. Esta iniciativa ha obtenido el récord Guinness en dos ocasiones (2011 y 2013) por el mayor número de guacamayas nacidas bajo cuidados profesionales de expertos, con lo que se han podido repoblar las selvas del sureste de México.
Es un lugar impresionante, con puentes y cascadas y las aves volando en libertad.
Localizada en el punto más alto de Xcaret, a 37 m sobre el nivel del mar, esta capilla dedicada a San Francisco de Asís, protector de la naturaleza y de los animales, nos recibe con una vista espectacular del mar Caribe.
La capilla se construyó integrando elementos naturales, como el árbol vivo de la entrada, la cruz tallada en chicozapote, el altar de piedra caliza y las bancos de madera de salam.
La tranquilidad de su entorno y el paisaje que la enmarca, la hacen perfecta para la reflexión y el silencio.
Como dato interesante, en el altar se resguardan algunas reliquias de Santa Teresita del Niño Jesús, también patrona de este recinto.
Recorrimos la selva hasta llegar a un antiguo Pueblo Prehispánico. Viajamos al pasado y nos integramos en la vida diaria de una comunidad prehispánica.
Al atardecer el Pueblo Prehispánico se llena del olor del copal y del sonido de tambores ancestrales, que indican el inicio de las Danzas Prehispánicas de Xcaret (16:45h). El espectáculo fue bastante impresionante. Los participantes, ataviados como los antiguos mayas, llegaron al escenario en embarcaciones por el río que horas atrás habíamos recorrido a nada. Cantos, bailes y ceremonias sagradas en mitad de la selva. No hay que perdérselo.
No hay lugar para sentarse. Conviene llegar un poco antes para poder instalarse en las escaleras o en alguno de los muros en la orilla del río. A mi madre le dejaron una silla de una de las bonitas tiendas de artesanía que hay alrededor.
Desde que lo ves a lo lejos te llama la atención este colorido cementerio en forma de cerro. En él se sintetizan elementos del Pueblo Prehispánico y de la mezcla de culturas que hay en México, desde la época prehispánica hasta nuestros días.
Este cementerio cuenta con siete niveles y 52 escalones que simbolizan los días de la semana y las semanas del año, respectivamente. Las 365 tumbas representan los días del año. Descubre la personalidad de cada una, por sus tonalidades, adornos y singulares epitafios.
Hay otra espiral que recorre el interior del cerro que también se puede visitar. Esta estructura tiene además 365 nichos y unos canales que llevan agua desde la superficie hasta la cruz que se encuentra en el centro, creando el efecto relajante de una cascada.
Al lado del Cementerio Mexicano se ubica esta original casa ¡en la que te enteras de todo! Gracias a su peculiar arquitectura, la Casa de los Murmullos cuenta con una acústica que nos permitirá escuchar cualquier susurro originado en el otro extremo, como si estuvieras cerca. También se pueden comprar hermosas artesanías típicas mexicanas.
La Cancha del Juego de Pelota de Xcaret es la única construida al estilo antiguo después de la Conquista. Es una copia fiel de la cancha construida en Copán, Honduras. Se edificó con piedras talladas a mano. Las gradas se encuentran decoradas con 52 calaveras, que en la cosmogonía mesoamericana simbolizan el paso del tiempo. El número de representaciones habla de la duración del ciclo prehispánico.
Los jugadores de pelota que participan en Xcaret proviene de Sinaloa, y presentan dos estilos de juego diferentes: el llamado ulama de cadera, con una pelota de 5 kilogramos de peso y 30 centímetros de diámetro, que sólo se golpea con la cadera, y el juego de pelota encendida, de tradición purépecha.
Saliendo de la Ruta Pueblo Maya se pasa por un laberinto de grutas y cuevas misteriosas. Caminaremos por pasajes alumbrados por entradas de luz natural, que nos darán la iluminación adecuada para que podamos apreciar la belleza escondida en los caminos bajo la selva de Xcaret.
¡Y ya estamos de nuevo en la entrada del parque! Pero esto todavía no se ha acabado. Aquí enlazamos con la Ruta México Espectacular (Barro), la que nos llerá al espectáculo final. Y de camino pasamos por:
Aquí se encuentran los caballos que participan en el espectáculo ecuestre.
Anexa a la Hacienda Henequenera de Xcaret está la capilla dedicada a Nuestra Señora de Guadalupe. Desde la entrada, en los nichos laterales, encontramos plasmada la devoción de México por la Morenita del Tepeyac en una colección de imágenes guadalupanas provenientes de diversas partes del país.
Al dirigirnos hacia el altar, llama nuestra atención la figura de la Virgen de Guadalupe, magníficamente tallada en un madero de 12 metros de altura. Al bajar la vista, al fondo de una gruta veremos el altar de piedra que parece flotar sobre las aguas de un cenote.
En cuanto se cruza la gran puerta de la Hacienda Henequenera sientes que has viajado al pasado. Su arquitectura y todos los elementos que se encuentran en ella, te remontan a la época de oro de las haciendas en Yucatán. Aquí puedes conocer cómo se extraía, se procesaba y se utilizaba el henequén.
La hacienda también es la puerta de entrada del Museo de Arte Popular Mexicano, que te ofrece una exposición permanente de artesanías mexicanas. Este museo cuenta con su propia tienda, donde podrás adquirir piezas únicas para llevar a casa.
Además, en el patio central se puede probar exquisita cocina yucateca, ya que en algunas temporadas y para eventos especiales, podrás encontrar el restaurante El Yucateco.
A tan solo unos pasos del teatro Gran Tlachco se encuentra ubicada una de las atracciones más populares, la Torre escénica, que permite admirar Xcaret desde el punto más alto de la Riviera Maya.
Esta torre se eleva hasta 80 metros y va girando lentamente para que tengas una visión de 360° del Majestuoso Paraíso de México. Los distintos tonos de azul del Caribe, la jungla y la isla de Cozumel al horizonte serán el marco perfecto para tomar unas fotos maravillosas al atardecer. A nosotros ya no nos dio tiempo de subir.
En diferentes ubicaciones del parque, que van cambiando en función del día y la temporada, podemos encontrar actuaciones y representaciones culturales.
Se pueden ver a los charros mexicanos dar una magnífica exhibición de movimientos en caballos aztecas de gran linaje. Admirar la destreza de las escaramuzas charras (mujeres jinetes) al realizar magníficas ejecuciones a la usanza tradicional (con ambas piernas del mismo lado), luciendo hermosos vestidos de adelita.
Escuchar a Las Adelitas de Xcaret, una agrupación de mariachis que enaltecen las tradiciones mexicanas a través de instrumentos de cuerda, viento y voz. Está integrado únicamente por mujeres mexicanas.
Tampoco te puedes perder las danzas prehispánicas, en el poblado maya, y los voladores de Papantla (junto a la entra de los ríos).
Es prácticamente imposible ver todo el parque en un solo día, así que lo mejor es seleccionar lo que más os interese y pasando más rápido por las zonas que no vayáis a explorar.
Lo que es realmente imprescindible es el gran espectáculo final, de 2 horas de duración de Xcaret México Espectacular (19h).
Al caer la noche, el parque Xcaret se prepara para uno de los espectáculos más sorprendentes en la Riviera Maya y Cancún. En el camino de entrada al gran teatro, los personajes mayas te esperan encaramados a las rocas y los muros ocultos entre la selva.
Participan más de 300 artistas en el Teatro Gran Tlachco, a través de un viaje por la historia, cultura y tradiciones de México, desde la época prehispánica, pasando por la conquista, la época colonial, y la Revolución, para llegar finalmente al México actual, un país con una mezcla milenaria de cultura y tradiciones que perduran hasta nuestros días.
La travesía inicia con la Danza de los Búhos, ceremonia realizada antes de un combate, y que recrea el momento en el que se invita a los gemelos divinos, Hunahpú e Ixbalanqué, a jugar a la pelota con los señores del Xibalbá, el inframundo maya.
El juego de pelota maya es un ritual de vida y muerte y uno de los momentos memorables durante el show nocturno de parque Xcaret. Se realiza también, una representación del Juego de Pelota encendido, que fue de especial relevancia en la cultura purépecha hace aproximadamente 3.000 años.
A continuación se representan los acontecimientos de la llegada de los españoles, la marcha sobre Tenochtitlán, hoy Ciudad de México, y la confusión del europeo con la deidad Quetzalcóatl, además de la batalla y el proceso de evangelización que dio lugar al Encuentro de Dos Mundos y que derivó en el México actual, un pueblo mestizo repleto de tradiciones.
Otras representaciones que podremos ver son Los Tamborileros de Tabasco, la Danza de la Piña de Oaxaca, un popurrí de corridos revolucionarios, la Danza de los Viejitos michoacana, La Bamba jarocha e incluso, una de las representaciones culturales más arraigadas del país, el Mariachi de Jalisco que, junto a los Cantores de Xcaret, logran un majestuoso cierre interpretando México en la Piel.
La traca final y el vuelo de las guacamayas por todo el teatro, puso la guinda final a lo que fue un auténtico espectáculo.
Existe además la posibilidad de cenar durante el espectáculo en una zona habilitada con mesas, muy cerca del escenario. Hay que reservarlo en la web.
¡Ahora sí! ¡Se acabó el día! Agotados y arrastrándonos, regresamos al aparcamiento y a nuestro hotel de Playa del Carmen (15 minutos). Paramos a comprar algo de fruta antes de llegar al hotel y nos fuimos directamente a descansar. Después de más de 12 horas, nos lo habíamos ganado.