Empezamos el día con un buen chute de coca y algo de desayuno, pero lo mínimo!. Hoy alcanzamos los 4910 m de altitud. Conviene salir bien abrigados, la temperatura puede ser muy baja, y tomar algo para el mareo, pues nos esperan curvas!. Comenzamos la ruta de dos días del Valle del Colca. ¿Preparados?
Habíamos reservado este tour de dos días/ una noche con la agencia Puno Tours. Este tour incluía el transporte con guía, las comidas, el alojamiento y una cena con espectáculo. Nosotros decidimos cambiar el alojamiento básico por otro hotel en Chivay. El tour nos costó 110$ con traslado a Puno incluido (se puede volver de nuevo a Arequipa también). Vinieron a recogernos al hotel y salimos en grupo y con guía entre las 7:30 y las 8:00h con destino a Chivay. Por el camino atravesamos la Reserva Nacional Salinas y Agua Blanca, una vasta extensión andina de volcanes y fauna típica, como alpacas, llamas, vicuñas y guanacos en estado salvaje.
Hicimos una parada a 3000 metros de altitud para comprar hojas de coca y durante el trayecto nos hicieron empezar a masticarlas. Se han de coger unas 20 hojas y meterlas en la boca junto con un trozo de catalizador, una especie de membrillo dulce que hace más llevadero el sabor de las hojas. Fue lo más asqueroso que hemos hecho nunca!.
Paramos en Patahuasi, a 4000 metros, en un punto junto a la carretera con puestos de artesanía y donde pudimos tomar un mate de coca para el mal de altura y admirar las vistas. En esta zona se pueden ver muchas vicuñas.
Un poco más adelante, hicimos otra parada a pie de carretera en una granja de llamas y alpacas, y nos pudimos hacer algunas fotos con estos simpáticos animales.
Continuamos hacia los Bofedales de Toqrapampa, una zona con pequeñas lagunas, donde es frecuente ver aves. Julián, ¿nos dejas los prismáticos?. Porfaaaaa….
Hasta aquí no habíamos tenido síntomas de mal de altura. En el autocar nos ofrecieron también agua florida. Una botella de alcohol puro y ves a saber qué más, que tenías que echartelo en las manos, frotar y aspirar como si no hubiese un mañana. Haciendo eso te llegaba el alcohol hasta el cerebro. Entre las hojas de coca, los caramelos también de coca y esnifar agua florida, íbamos bien servidos!
El punto más alto de la carretera es el Paso de Patapampa. Este desolado paso a 4910 m, es más alto que el Mont Blanc y las Montañas Rocosas. Si los glóbulos rojos lo soportan, desde el mirador de los volcanes, se puede observar una cadena de 8 volcanes repletos de nieve: el Ubinas (5675 m), el Misti (5822 m), el Chachani (6075 m), el Ampato (6288 m), el Sabancaya (5976m), el Huaca (6025 m), el Mismi (5597 m) y el Chuchura (5360 m), del cual se puede ver el cráter desde el mismo mirador!.
Existen unos 400 volcanes en Perú, de los cuales 120 están en activo, y el Sabancaya es uno de ello. Emite fumarolas unas 30 veces al día, acompañadas de pequeños temblores de tierra. Sencillamente espectacular!!!
En el mirador es costumbre dejar una ‘apacheta’ u ofrenda a la Pachamama, una forma de pedir permiso para ingresar a nuevas tierras, y pedir protección y salud durante la travesía por los andes. En este punto también se pueden observar las yaretas, una de las pocas plantas que aguanta las condiciones de este hábitat. Viven varios milenios y crecen tan sólo unos pocos milímetros al año. Durante el día hay mujeres nativas vendiendo sus mercancías en el mirador. ¡Tal vez el centro comercial más alto el mundo!
En este punto sí notamos mareos, sobretodo yo, que vi los escasos 100 metros desde el autocar al mirador como todo un reto. Pensé que me desmayaba antes de llegar. Mi madre tuvo algo de mareos y Julián no notó nada en absoluto!
Hasta arriba de coca, seguimos nuestro camino hasta Chivay, disminuyendo de altitud hasta los 3300 m. Nuestros glóbulos rojos nos lo agradecieron!!
Una vez en Chivay, nos llevaron a comer aún restaurante buffet de una calidad impresionante., el Qhapaq Ñan. Estaba todo riquísimo y nos iban explicando qué era cada cosas para que pudiésemos probar todas las especialidades locales, desde carne de alpaca hasta cuy al horno!!.
Después de comer nos instalamos en el hotel Casa Andina Standard Colca, con unos bungalows de madera monísimos. El pueblo de Chivay se encuentra rodeado de tierras de cultivo, con algunas de las laderas montañosas con más bancales en terraza del mundo. También permite contemplar unas fantásticas vistas de los picos cubiertos de nieve.
Después de comer teníamos la excursión opcional a los baños termales de La Calera. Tienen 5 piscinas con una temperatura de 38 ºC. El origen del agua es el volcán Cotallumi y es rica en calcio, hierro y zinc, ideal para relajar los músculos y para problemas óseos y cutáneos. Nosotros nos quedamos en el hotel para descansar y aclimatarnos a la altitud.
En Chivay también destaca la Plaza de Armas, donde se encuentra la iglesia de Santa María de la Asunción y también se ubica el mercado, donde las mujeres venden sus productos artesanos ataviadas con los vestidos típicos de la zona. En dirección al río se encuentra también un puente de madera colgante de la época inca.
Por la noche (18:30h), Julián y yo asistimos a una peña con show folclórico, Las Quenas Peña Show, donde pudimos participar en las distintas danzas y degustar una cena típica (Menú S/30 + bebidas). Mi madre no se sentía demasiado bien y se quedó en el hotel. Los músicos y bailarines agradecen la propina. Después de la cena nos fuimos por fin a descansar, que mañana tocaba madrugón!!.