Contratamos un coche con conductor para nuestro traslado a Hoi An (2.110.000 VND). A primera hora de la mañana, nos recogieron para recorrer la carretera panorámica que une Hué con Hoi An. Hicimos una breve parada en el Puente Japonés Thanh Toan, visitamos el Cementerio de An Bang y disfrutamos de las vistas de la Playa de Lang Co. Atravesamos el paso de las nubes (Hai Van Pass) y, después de comer, visitamos la Montaña de Mármol en Danang. Tras las visitas, llegamos a nuestro hotel, el Hoi An TNT Villa, y por la noche nos esperaba la Fiesta de la Luna Llena. ¡Fue una jornada espectacular!
Nuestra primera parada fue el Puente Japonés Thanh Toan. Este puente peatonal fue construido en 1776 gracias a los fondos otorgados por la Sra. Tran Thi Dao para su construcción. Ella, esposa sin hijos de un alto mandarín durante el reinado de Le Hien Tong, solía utilizar su dinero para obras de caridad. El puente fue de gran importancia para los aldeanos de la época, ya que les permitía sortear el canal para transportar cultivos y mercancías, facilitando el comercio en esta popular ciudad de Vietnam.
El puente cubierto de Thanh Toan, construido en madera con una forma arqueada, mide 17 metros de largo por 4 metros de ancho. En su interior, a ambos lados, se encuentran dos filas de bancos donde la gente puede sentarse y descansar a la sombra.
A lo largo de los años, el puente de Thanh Toan ha sufrido desperfectos debido a tormentas y conflictos, pero el pueblo siempre ha colaborado en su reparación. En la parte central del puente hay un pequeño altar donde se rinde homenaje y adoración a la Sra. Tran Thi Dao.
El estilo del tejado incluye azulejos en forma de tubo y otros adornos que le confieren una apariencia única. En 1991, el Ministerio de Cultura de Vietnam le otorgó el distintivo de monumento nacional por su belleza. ¡Es realmente encantador! Y justo al lado, había una pelea de gallos.
Seguimos nuestra ruta a través de las lagunas y los pueblos de pescadores que conforman esta zona, hasta llegar al cementerio de An Bang, considerado el más bonito y original de Vietnam. Este cementerio pertenece a los habitantes de An Bang, un pueblo de pescadores. Aunque pueda parecer extraño, en este lugar no están enterrados emperadores ni reyes, sino gente del pueblo. Las brillantes y coloridas construcciones sorprenden por su grandeza y elaborados detalles.
Llama mucho la atención la mezcla de construcciones budistas, católicas y taoístas. En la entrada de cada mausoleo se puede ver el símbolo religioso correspondiente, así como el año de edificación, los nombres del difunto o el coste de construcción. Las familias invierten enormes sumas de dinero en estas construcciones; algunos de los templos han llegado a costar miles de euros. Aquí, los muertos viven con más opulencia que cuando estaban vivos. Las familias compiten entre ellas por tener el mausoleo más bonito, una competencia que nos permite disfrutar del cementerio más hermoso de Vietnam.
Todas las construcciones tienen detalles hechos con trozos de cerámica que recuerdan a los edificios de Gaudí. De hecho, podrás observar muchos vasos y elementos de cerámica rotos en el suelo que han quedado sin usar en las construcciones.
La carretera divide en dos el cementerio. Se puede acceder a ambos lados por diferentes caminos.
Después de esta visita, continuamos nuestro recorrido por la carretera costera, atravesando paisajes impresionantes hasta llegar a la Playa de Lang Co. Situada a 70 km al sur de Hué y a 30 km al norte de Da Nang, Lang Co ha sido clasificada como una de las "bahías más preciosas del planeta". Vista desde el paso de Hai Van, la bahía de Lang Co es tan cautivadora como un cuadro, con sus aguas azules y cristalinas bajo un cielo despejado y cadenas de montañas con bosques tropicales que se extienden hasta la costa.
La bahía cuenta con 43 km de costa y 13 km de playa blanca. La pequeña aldea de pescadores de Lang Co se encuentra en la falda de una montaña. La escena es idílica, con cocoteros y pequeños bungalows sobre la arena; es como estar en el paraíso.
Hicimos una parada en un punto panorámico para disfrutar de las vistas y en la playa para tomarnos fotos en los columpios y plataformas habilitados para ello.
Continuando hacia el sur por la carretera costera, pasamos por el Paso Hai Van, situado en la cordillera Truong Son, que divide Vietnam en norte y sur. Esta cordillera forma parte de la cadena montañosa Annamita, que con más de 1.100 kilómetros atraviesa Vietnam, Laos y parte de Camboya. La mayor altitud de esta cordillera alcanza los 1.500 metros sobre el nivel del mar, y el paso por carretera más alto se encuentra entre Hué y Hoi An, conocido como el Paso por las Nubes.
Una vez en la cima, llama la atención una puerta en medio de la nada con una inscripción que dice “puerta de las nubes junto al mar”. También hay varios bares y puestos de souvenirs. Desde aquí, si hay buena visibilidad, se pueden ver las playas de Hué y Danang. Si el clima no acompaña, se puede optar por tomar el túnel y evitar las interminables curvas.
Finalmente llegamos a Danang para comer. Nuestro conductor nos llevó a comer a la playa, en un bonito restaurante donde pudimos degustar el ¡fantástico marisco local!
Después de comer, visitamos las Montañas de mármol, un grupo de cinco formaciones rocosas de mármol y piedra caliza que llevan el nombre de los elementos naturales: Hoa Son (Montaña de Fuego), Kim Son (Montaña de Metal), Tho Son (Montaña de Tierra), Thuy Son (Montaña de Agua) y Moc Son (Montaña de Madera).
Este hermoso lugar, situado a las afueras de Da Nang en una llanura cercana al mar, está compuesto por varias pagodas budistas, restos de la civilización Champa y cuevas naturales. Hoy en día, solo se pueden visitar las cuevas de la montaña que representa el agua.
Comenzamos la visita subiendo los 156 escalones... ¡que no! ¡Que hay ascensor! Subimos en ascensor hasta la cima de la Montaña del Agua y lo primero que encontramos fue la estatua de un gran Buda blanco, custodiado por dos fieros dragones.
Si seguimos por el camino de la izquierda, llegaremos a un mirador donde se encuentra la Torre Xa Loi, perteneciente a la Pagoda de Ling Ung. Esta bonita construcción de piedra, de 15 metros de altura y orientada hacia la costa, data de 1997.
Justo al lado de la pagoda Ling Ung se encuentra la cueva Tang Chong, una de las más sorprendentes de las Montañas de Mármol. Esta cueva tiene muchos rincones con Budas ocultos que esperan ser descubiertos.
Hay numerosas cuevas diseminadas por la montaña, entre ellas destaca la cueva Hoa Nghiem, que alberga una talla de una Buda femenina muy popular en Vietnam, conocida como la diosa de la Misericordia. Al salir de esta cueva y descender unas escaleras custodiadas por cuatro estatuas que representan a fieros guerreros, se llega al lugar más impresionante de las Montañas de Mármol: la cueva Huyen Khong, una enorme cavidad con un ambiente místico que nos envolverá sin duda.
Esta gran cueva está presidida por un enorme Buda con las piernas cruzadas en actitud de meditación. No es raro encontrar fieles orando ante esta majestuosa imagen. En 1968, esta cueva también sirvió como hospital del Vietcong, y en su interior se encuentran placas que conmemoran a los héroes vietnamitas que fallecieron en este lugar.
La pagoda de Tam Ton es una de las más invitantes a la relajación, situada en un entorno idílico rodeado de plantas tropicales. Cerca de la entrada principal se encuentra la Pagoda Tam Thai, el templo más antiguo del complejo, que data de 1630. Este lugar alberga frescos que representan el nacimiento y la iluminación de Buda. Además, frente a ella, se encuentra un simpático y bello Buda.
Después de recorrer las cuevas y pagodas, regresamos a nuestro coche y finalmente llegamos a nuestro hotel en Hoi An, el Hoi An TNT Villa.
Pero no penséis que nos íbamos a descansar, ¡nooo! Hoy era la fiesta de la Luna Llena, así que después de instalarnos, salimos a explorar el casco antiguo de Hoi An. Compramos un farolillo, unas velas flotantes y nos mezclamos con los locales para disfrutar de esta fantástica experiencia.
Esta fiesta, de tradición china, se remonta al siglo XVI y comienza al ponerse el sol, cuando el centro se cierra al tráfico y se apaga toda la iluminación artificial de la ciudad, quedándose totalmente a oscuras. En ese momento, empiezan a encenderse pequeñas velas de papel, cargadas de sueños, que la gente lanza al río con sus deseos, esperando que algún día se hagan realidad. Este evento, de carácter sagrado en el Calendario Budista, conmemora el Nacimiento y la Iluminación de Buda, siendo una época de cambio y prosperidad en los países budistas.
La ciudad se viste con faroles de papel seda de colores y guirnaldas iluminadas, adornando las fachadas de tiendas, casas, restaurantes y cafés. Los vietnamitas salen en masa y en las calles se realizan juegos, cantos, bailes y se disfruta de la comida tradicional.
Las aguas del río Thu Bon se llenan de barcas de parejas y familias, ya que nadie quiere perderse esta noche tan especial. Así, la ciudad histórica de Hoi An se convierte en un lugar mágico, casi de cuento de hadas.
Nos acercamos al río y no hizo falta buscar mucho; varios barqueros se nos acercaron para ofrecernos sus servicios. Optamos por uno y navegamos durante media hora. Tuvimos tiempo de sobra para encender nuestras velas, pedir un deseo y dejarlas flotar en el agua. ¡Fue emocionante!
Después de esta experiencia, cenamos por los alrededores del río, una zona repleta de calles con restaurantes, tiendas y mucho, mucho ambiente. ¡Hoi An es una maravilla!