A primera hora de la mañana, salimos con un conductor privado que contratamos a través del hotel para visitar Ba Na Hills, el parque temático que alberga el famoso Puente de las Manos. Por la tarde, visitamos los templos de My Son antes de regresar a Hoi An.
Nuestra primera parada fue la montaña de Ba Na Hills, descubierta en 1901 por el Gobernador General de Indochina, Paul Doumer. Este lugar atrajo a muchos colonos franceses, quienes construyeron aquí el resort más lujoso de Vietnam a principios del siglo XX. Durante la guerra, el complejo fue destruido y Ba Na Hills fue olvidado durante décadas, hasta que en 2007 fue restaurado y se construyó el parque temático "Sun World Ba Na Hills", el mayor atractivo turístico de Da Nang en la actualidad.
En Ba Na Hills hay dos atracciones espectaculares: el teleférico más largo del mundo, con casi 6 km de longitud, y el famoso Puente de las Manos o Golden Bridge, inaugurado en junio de 2018, considerado uno de los puentes más espectaculares del mundo.
Esta enorme pasarela de 150 metros, sostenida por dos gigantescas manos, se eleva a 1.400 metros sobre el nivel del mar, permitiendo observar unas impresionantes vistas en un día despejado. Ideado por TA Landscape Architecture, el "Puente de las Manos de Da Nang" evoca la imagen de las manos de Dios arrancando una tira dorada de la tierra.
Este vasto parque temático incluye además hoteles de 4 estrellas, centros comerciales, un complejo espiritual especial, un parque de atracciones, una zona temática que representa a la Francia de la Edad Media, diversos jardines de fantasía y un sinfín de entretenimiento callejero.
Para subir al complejo Sun World Ba Na Hills, tomamos el teleférico que, según la CNN, es uno de los 10 más impresionantes del planeta. El primer teleférico llega hasta Marseille Station, la estación situada justo al lado del «Puente de las Manos». Recorre una distancia de 5.262 metros y tiene una capacidad de 3.000 personas por hora.
Ya en la subida en el teleférico sabíamos que no íbamos a ver nada. El único día de lluvia de todo nuestro viaje fue precisamente este. Apenas intuimos el puente y, solo en un momento puntual, la niebla se abrió un poco y pudimos verlo mejor. Hacía mucho frío arriba y no dejó de llover en toda la mañana. Definitivamente, no fue nuestro día de suerte, aunque recomendamos esta visita.
El Puente de las Manos de Da Nang conduce al visitante a Paradise Garden, unos jardines inspirados en la película Avatar, donde se ubican diversas esculturas gigantes muy impresionantes.
Caminando desde el Puente de las Manos, llegamos a la zona de Le Jardin d'Amour Garden, unos preciosos jardines divididos en 9 partes, con esculturas de arte clásico y de fantasía. Cerca de Le Jardin d'Amour Garden se encuentra la Linh Ung Pagoda, un templo que alberga un pequeño Buda en su interior, así como el Gran Buda blanco de 27 metros de altura.
Desde Bordeaux Station se puede tomar otro teleférico hasta Louvre Station para llegar a French Village, el centro del complejo Sun World Ba Na Hills. Este otro teleférico recorre 673 metros y tiene capacidad para 4.000 personas por hora.
Inspirada en la Edad Media francesa, hay una gran plaza, una iglesia, pueblos e incluso un gran hotel, formando un mundo de fantasía que traslada al visitante al pasado y cuyas construcciones nos harán creer que estamos en París.. En esta zona, también se pueden encontrar multitud de performances y espectáculos, incluido un musical inspirado en Luis XIV, el Rey Sol.
En French Village también se encuentra Fantasy Park, el parque de atracciones. Distribuido en tres plantas e inspirado en las famosas novelas Viaje al centro de la Tierra y 20,000 leguas de viaje submarino. Aquí se puede disfrutar de una exposición de Jurassic Park, una caída libre y cines en 4D y 5D, entre muchas otras atracciones.
Junto a la estación del teleférico para regresar a la entrada, hay un edificio con algunos puestos de comida. Tuvimos que refugiarnos aquí para comer algo antes de regresar, ya que no paraba de llover.
Una vez abajo, es necesario coger un autobús eléctrico hasta el aparcamiento, ya que la salida es en un aparcamiento para autocares y grupos organizados. ¡Que no os pase como a nosotros! Con la emoción de la llegada, no recordábamos haber cogido ningún transporte hasta la puerta y no encontrábamos a nuestro conductor. Tuvimos que llamar al hotel para que lo localizaran y resultó que estábamos en aparcamientos diferentes
Una vez reencontrados, pusimos rumbo a My Son, un recinto con alrededor de 70 templos, torres y construcciones hindúes pertenecientes a una antigua ciudad imperial de la dinastía Cham. Se cree que todas ellas fueron construidas entre los siglos IV y XII y se sitúan en un valle selvático rodeado por dos cordilleras montañosas.
Los templos están dedicados al dios hindú Shiva, considerado el fundador de la dinastía Cham. Desde el siglo IV hasta el XIV, My Son fue uno de los centros ceremoniales más importantes, donde se enterraba a la realeza y personajes destacados de los Cham. En 1999, todo el conjunto arqueológico fue declarado Patrimonio de la Humanidad y, aunque gran parte de su arquitectura fue destruida durante la Guerra de Vietnam, sigue siendo considerado uno de los complejos hindúes más destacados del sudeste asiático.
Tras la conquista del centro de Vietnam, My Son cayó en el olvido y permaneció oculto hasta que arqueólogos franceses lo redescubrieron. Estos dividieron los restos arqueológicos en diez grupos designados por letras del abecedario, donde se pueden encontrar templos, tumbas, torres para albergar objetos de valor e incluso socavones provocados por los bombardeos estadounidenses durante la Guerra de Vietnam. Sin lugar a dudas, los grupos más importantes son el A, B y C.
La visita se puede realizar a pie o en vehículos eléctricos. Nosotros optamos por el vehículo eléctrico para el primer tramo, que nos acercó hasta el inicio del recorrido donde se encontraban los templos.
La visita comienza en el complejo de monumentos B y C, dedicados a la adoración del Rey-Dios Srisanabhadresvara. En este complejo destaca el Templo o Kalán C1, reconstruido entre los siglos X y XI, que originalmente albergaba una estatua humana del dios Shiva, actualmente ubicada en el Museo de la Cultura Cham en Da Nang.
En este grupo también se encuentra la Torre C2, la única decorada interiormente, que muestra la transición en el estilo de construcción Cham de la madera al ladrillo. Aquí también se puede ver la famosa Piedra Lingam, un símbolo fálico asociado al dios Shiva. Además, se pueden observar diversos artefactos, estatuas y piedras encontradas en las excavaciones, exhibidas en una especie de museo montado en el interior de dos de los templos.
El Grupo A fue totalmente destruido por los bombardeos americanos en agosto de 1969, y hoy en día tan solo se pueden ver ladrillos esparcidos por el suelo y grandes agujeros cubiertos de vegetación donde cayeron las múltiples bombas. En esta parte, destaca el antiguo Templo A1 (o lo que queda de él), una torre que llegó a medir 28 metros y que, a diferencia de otros templos de la dinastía Cham, tenía dos puertas principales: una orientada hacia el este y otra al oeste.
El recorrido transcurre en medio de un bosque tropical, por senderos bien señalizados. En uno de los edificios, se realizan actuaciones de danzas tradicionales justo antes de la salida.
Después de todas estas emociones, regresamos a nuestro hotel en Hoi An con nuestro chófer. Una vez en el hotel, salimos a pasear y a cenar por Hoi An para despedirnos de esta fantástica ciudad. Aprovechamos para comprar un típico farolillo en el Night Market, el bullicioso mercado nocturno, lleno de puestos y gente por todas partes, ideal para comprar recuerdos, artesanía y mucho más.