A primera hora de la mañana nos vino a buscar otro guía diferente para hacer una ruta por el este de Bali con traslado final a Padang Bai. Visitamos Goa Lawah o cueva de los murciélagos, la aldea Tenganan, Taman Ujung en Amlapura, el templo de Tempujang, y por último, Taman Tirta Gangga.
Nuestra primera visita del día fue Goa Lawah (30.000 IDR), un templo con más de 1000 años de antigüedad que ejerce un importante papel en los rituales relacionados con la vida después de la muerte. Justo al llegar, vimos que se estaba realizando un ritual en la playa y nos sumamos a la ceremonia. Varias familias rendían homenaje a sus difuntos con diferentes altares y sacerdotes. Son sentamos en el suelo y estuvimos observando cómo se hacían las ofrendas.
Según la leyenda, este templo es el refugio de la gran naga (serpiente) sagrada Basuki, personaje mitológico que se encarga de velar de la buena sintonía entre los dioses buenos y dioses malos según la mitología hindú. Esta naga sagrada vive en el interior de la cueva, la cual cuenta la leyenda está conectada con el mismo Monte Agung y el Templo Madre o Pura Besakih. Este poder protector hace que sea un de los pocos templos que se asocia a la muerte en Bali.
El nombre de la cueva es más que descriptivo para denominar el escalofriante panorama que se encuentra en el templo. Como no se puede acceder a su interior, nos limitamos a observar de lejos la masa negra formada por decenas de miles de murciélagos. Aparte de la cueva, el complejo se compone de pequeños santuarios, acompañados de las omnipresentes meru o pagodas balinesas.
Después de esta escalofriante visita, nos fuimos a la aldea Tenganan (10.000 IDR) hogar de los Bali Aga, descendientes de los ocupantes originales de Bali que vivieron en la isla antes de la llegada de los mayapajit en el S.XI. La visita permite ver viviendas tradicionales también utilizadas como talleres y tiendas de artesanía hecha en la región.
Los bali Aga tienen fama de ser conservadores y reacios a los cambios, aunque en muchas casas hay escondidos TV y otros aparatos eléctricos, y muchos lugareños llevan encima teléfonos móviles. No obstante, en el pueblo reina un ambiente tradicional mucho más genuino que en casi cualquier otro lugar de Bali. No se permite la circulación de vehículos motorizados.
Las casas del pueblo son en parte de ladrillo y en parte de madera, todas ellas de una sola planta. Los tejados son de paja. La arquitectura de las casas del pueblo es tan típica del Aga de Bali como única en todo el mundo. Todas ellas están situadas a lo largo de la calle principal que atraviesa el pueblo de norte a sur. Se pueden ver muchas jaulas con gallos en su interior, incluso de colores!. En Bali se siguen practicando peleas de gallos, aunque más como ritual que de competición, y son gallos a los que se le han extirpado los espolones.
Nuestra siguiente visita fue el Taman Ujung (75.000 IDR), en Amlapura. Este palacio flotante fue construido en 1921 por el rey Karangasem como lugar para relajarse o entretener a importantes invitados del reino.
Cada edificio tiene un estilo único que es una mezcla de arquitectura holandesa, china y balinesa. Hay un edificio en el medio del estanque conectado por puentes, cuya función era la del descanso del rey.
También hay un pabellón en medio de la otra piscina donde se entretenía a los invitados reales. En un área elevada hay un pabellón sin techo, ideal para relajarse y disfrutar de las vistas del mar y las colinas. Este edificio es bastante popular como lugar para fotos de bodas. El entorno es espectacular, está todo muy cuidado y el jardín es muy fotogénico.
Antes de comer visitamos el Pura Lempuyang Lahur. Considerado como uno de los lugares más sagrados para los balineses (están obligados a visitarlo 1 vez cada 10 años), fue construido en el S.X y es uno de los conjuntos religiosos más antiguos de la isla.
Se encuentra justo en la cima de Monte Lempuyang (1.175 metros sobre el nivel del mar), al que se accede con unos cochecitos cuyo precio ya está incluido en la entrada (100.000 IDR). Está formado por 7 niveles con pequeños templos del que destacan el Pura Penataran justo al principio, y el Pura Lahur justo en lo alto del complejo y al que se accede tras haber subido un total de 1.700 escalones. Nada de esto es accesible, y sólo se pueden ver las escaleras desde abajo, por lo que la visita de este templo nos decepcionó bastante.
El complejo es famoso por la Puerta del Cielo o Candi Bentar, igual que otras muchas puertas iguales que hay en los miles de templos de Bali. Al entrar y comprar la entrada, te dan un número con el turno para hacerte la típica foto delante de la puerta con el espejo debajo. El tiempo de espera es de 3 a 4 horas, por lo que ni locos perdimos ese precioso tiempo por una foto. Si queréis una foto igual, en cualquier otro templo os la podéis hacer. Basta con llevar un espejo pequeño, o utilizar dos teléfonos, uno para hacer la foto y otro a modo de espejo (sin carcasa y colocado boca abajo perpendicular al móvil que hace la foto). Cualquier guía local estará encantado de sacaros la foto “con truco” como ellos la llaman. Además, cuando nosotros visitamos el templo, ni siquiera se veía el volcán Agung, y la gente seguía haciendo cola para posar.
Si queréis haceros la foto es cosa vuestra, pero si como nosotros, no tenéis esa intención, la visita a este templo es totalmente prescindible. El precio es mucho más elevado que ningún otro templo, y se puede ver muchísimo menos que en otros lugares, sólo la entrada y el templo principal desde debajo de las escaleras. Se podría decir que esta visita está orientada únicamente a hacerse la famosa foto. Si no te la haces, no hay mucho más que hacer aquí.
Después del único momento de decepción de nuestro viaje a Indonesia por libre, nos fuimos a comer, otra vez con vistas a los arrozales. Comimos en Dewata Agung Restaurant Tirta Gangga, otro restaurante con estanques y vistas panorámicas. Desde que vimos estas vistas supimos que las echaríamos de menos siempre! La comida estuvo muy bien y el entorno, como siempre, inmejorable.
Después de reponer fuerzas seguimos nuestra ruta hacia Taman Tirta Gangga (50.000 IDR). Tirta Gangga o “Aguas del Ganges”, es el emplazamiento de un Taman (jardín) construido para el uso y disfrute del último rajá de Karangasem.
El Taman Tirta Gangga o Palacio del Agua, ocupa 1,2 Ha y constituye un fascinante vestigio del Bali de la antigüedad. Erigido en 1946, quedó prácticamente destruido
tras la erupción del cercano Gunung Agung en 1963, aunque posteriormente se ha reconstruido. Destacan su fuente Nawa Sanga de 11 niveles y sus estanques con enormes carpas y flores de loto. Se puede caminar por encima del estanque siguiendo un camino de baldosas.
Teníamos previsto ir a la playa de Bugbug o Virgin beach antes de comer, pero preferimos visitar Goa Lawah por la mañana y llegar un poco antes a nuestro hotel en Padang Bai.
Nos hospedamos en el OK Divers Resort & Spa, y aprovechamos para darnos un baño en la piscina. El hotel es muy bonito, con una piscina delante y otra detrás. Un bar en la piscina y un entorno muy cuidado. Cuenta con escuela de buceo donde organizan salidas de snorkel y submarinismo.
Hay poco que hacer en Padang Bai así que nos acercamos hasta el puerto, justo enfrente del hotel, donde al día siguiente íbamos a tomar una lancha rápida a Gili Air, y acabamos cenando en el restaurante del hotel, uno de los mejores restaurantes del pueblo.