Para este día había reservado una excursión en barco a la ciudad sumergida de Kekova y el castillo de Simena, con varias paradas para bañarnos y hacer snorkel, así que preparados con los bañadores y las gafas de buceo nos fuimos de excursió. Nos llevaron en autocar por una carretera de muchas curvas hasta el puerto de embarque, en Üçagiz, una aldea que se encuentra a unos 30 kilómetros de Kas.
Nuestra primera parada fue la pequeña aldea de Kaleköy (también conocida como Kale), que se encuentra sobre uno de los brazos de tierra que cierran la bahía de Üçagiz.
Kaleköy es un encantador pueblecito al que no se puede llegar en coche pues yendo desde Üçagiz, la pista termina en un punto desde donde hay que continuar a pie.
En el embarcadero de Kaleköy hay dos sarcófagos que salen del agua, ya que esta población se encuentra sobre las ruinas de la antigua Simena, que tiene un pequeño pero imponente castillo de los cruzados. Nos dejaron tiempo libre para poder bañarnos junto a las ruinas y para subir hasta el castillo. Desde arriba se puede contemplar unas fantásticas vistas de uno de los tramos de litoral más hermosos e intactos del Mediterráneo.
Seguimos navegando y llegamos a Kekova, una isla que se encuentra frente a la costa y en cuya orilla se encuentran sumergidas las ruinas de una ciudad antigua. Una serie de terremotos en el siglo II, modificaron completamente el litoral en esta zona, y ahora desde el barco se pueden ver restos de muros, escaleras y embarcaderos a varios metros de profundidad (no se puede nadar en este punto para proteger esos vestigios antiguos).
A lo largo del día hicimos varias paradas para nadar y hacer snorkel (Aquarium Bay, Bahía esmeralda), aunque no vimos ni una tortuga pero sí muchos peces de colores. También entramos en una cueva y vimos otras ruinas en algunas islas. Nos dieron la comida en el mismo barco y regresamos a Kas a las 18h aproximadamente.
Después de un breve paso por el hotel, salimos a pasear y a cenar por este encantador pueblo con muchísimo ambiente.