En nuestro segundo día en la Capadocia visitamos el Museo al aire libre de Zelve, el valle del amor, los pueblos de Uchisar, Ortahisar, el Valle de las Palomas, las Tres Chimeneas y Ürgup. Por la noche teníamos cena con espectáculo. ¡¡Un no parar!!
Empezaremos el día con la visita del Museo al Aire libre de Zelve. Un recorrido entre iglesias excavadas en la roca, puentes y pasajes estrechos, permite obtener las mejores panorámicas del lugar. Estuvimos prácticamente solos y disfrutamos mucho de la visita.
Después de esta visita fuimos al mirador del Valle del Amor. El Valle del Amor se caracteriza por enormes formaciones rocosas de formas peculiares. Lo que para unos son casas de duendes y hadas para otros no son más que formaciones rocosas de formas fálicas….depende de lo mal pensado que sea cada uno, ¡¡de ahí le viene el nombre!!.
Tras tomar un buen puñado de fotos, pusimos rumbo a Uchisar. A 5 km de Göreme encontramos el pico más elevado de Capadocia, el Castillo de Uchisar, una formación rocosa utilizada como fortaleza natural desde el siglo I, y en donde todavía hoy se pueden visitar las habitaciones y los túneles que la conectan, además de los palomares de los que los agricultores recogían los excrementos que utilizaban como abono en sus viñas.
La experiencia de subir los 120 escalones hasta la cumbre del Castillo de Uchisar es un poco vertiginosa, no sólo por la altura, sino por la ausencia de barandas o algún tipo de protección, pero las vistas merecen la pena, pudiendo ver incluso el volcán Erciyes con 3.916 m. el punto más alto de Anatolia Central.
En el pueblo hay varias callecitas con tiendas de recuerdos y algunos restaurantes. Aprovechamos para comer en un patio, a pie de carretera.
A la salida de Uchisar paramos en el mirador del Valle de las Palomas (Guvercinlik Vadisi), entre Uchisar y Goreme. La mayoría de estas cuevas han sido pintadas de blanco para atraer a las aves y sus valiosos excrementos. El mirador está a pie de carretera.
Nuestra siguiente parada fue el pueblo de Ortahisar, que significa Castillo del Medio. Pasear por las estrechas calles empedradas que se extienden desde la plaza central, bordeadas de antiguas casas de piedras, es una excelente manera de conocer el trajinar en esta tradicional ciudad de Turquía.
En la base de las colinas Ortahisar presenta numerosas puertas que llevan a áreas de almacenamiento subterráneas. Estas cuevas eran utilizadas por los agricultores locales para almacenar frutas y verduras frescas.
La ciudad se encuentra a los pies de una fortaleza de roca de 90 metros de altura. Esta fortificación, de estructura semejante a la que se eleva sobre la ciudad cercana de Uçhisar, está conectada a ella por túneles subterráneos.
En el año 2004 la fortaleza fue cerrada a los visitantes debido al alto riesgo de accidentes y comenzaron las renovaciones para proteger la estructura del colapso. En el año 2013 el castillo volvió abrir sus puertas.
La fortaleza de Ortahisar se encuentra en la calle principal, a sólo 200 metros de la plaza. Al pie del castillo hay bares, tiendas que venden artesanías.
Para llegar a su cima y admirar la gloriosa vista se debe sortear una escalera muy empinada, además de estrechos pasillos.
Desde su cima se observa un increíble paisaje. Hacia el norte, los Valles Rojo y Rosa; y más allá, las grandiosas chimeneas de hadas del Valle de Pasabag. Hacia el sureste se puede apreciar el imponente perfil Volcán Erciyes cubierto de un manto blanco, y al fondo la imagen de los Castillos de Uçhisar y Ürgüp.
También queríamos visitar el Museo del folclore en la plaza principal, pero estaba cerrado tras la pandemia. En sus salas se escenifica la vida agrícola y las herramientas utilizadas en el tallado de rocas, la fabricación de melazas, el tejido de alfombras y tapetes, las técnicas de impresión de telas, el baño turco y la ceremonia de noche de henna, entre otras. Este museo etnográfico y cultural también funcionaba como restaurante. Sus dueños cuentan orgullosos que la reina emérita Sofía los visitó en el año 2011. No sabemos si habrá vuelto a reabrir sus puertas.
Otros lugares de interés en Ortahisar son los restos de un Palacio de Justicia y las iglesias de Sarica y Pancarlik. En las afueras también visitamos el complejo monástico Hallacdere, también conocido como Hallach Monastery (Monasterio del Hospital). Cuenta con un vestíbulo, una cocina y salas de diferentes tamaños (además de la iglesia). Los ornamentos con intrigantes cabezas de animales junto con la escultura de una figura humana esculpida en la pared de la cámara izquierda son únicos en Capadocia.
Por la noche teníamos cena turca con espectáculo (¡¡un no parar!!). Nos vinieron a recoger al hotel y nos llevaron a un restaurante-cueva en Avanos, donde degustamos un menú típico de una boda turca, con entrantes y cordero. Durante la cena pudimos ver distintos bailes tradicionales. Hicimos esta cena porque esperábamos poder ver una breve demostración de los derviches, pero no fue así, por lo que fue totalmente prescindible. Después de un día interminable, regreso al hotel a descansar.