A primera hora de la mañana, dejamos nuestro hotel en Kusadasi y partimos en dirección a Pamukkale. Después de instalarnos en el hotel Venus Suite, empezamos con la visita a este fascinante lugar. A pocos pasos del hotel se encontraba la entrada a los Travertinos.
La imagen más conocida de Pamukkale es este lugar, los Travertinos, la ladera de una montaña blanca conocida como el Castillo de Algodón, en la que abundan diferentes piscinas naturales de aguas termales de intenso color azul turquesa.
Al estar situadas unas encima de otras, forman la imagen de sucesivas cascadas rocosas de color blanco. Este fenómeno natural está formado por la sedimentación de sales calcáreas provenientes de las fuentes termales.
En las últimas décadas del S.XX, debido al mal uso de la humanidad, se tuvieron que restringir algunas zonas que a día de hoy se están restaurando para que vuelvan a tener la misma esencia natural. Se han ido creando algunas piscinas artificiales donde los visitantes se pueden bañar descalzos. En 1988 se declaró Patrimonio de la Humanidad junto a la zona de Hierápolis.
Entramos por la puerta sur y subimos por las famosas piscinas naturales. La subida es algo peligrosa puesto que el suelo es muy resbaladizo y cortante. No se puede llevar ningún tipo de calzado por lo que te recomendamos usar calcetines. A lo largo de la subida te puedes ir bañando en las diferentes piscinas e incluso bajo una cascada.
Una vez arriba, las vistas son impresionantes. Hay un mirador y un paseo a lo largo del filo de la montaña.
Nosotros comimos en el bar que hay en la Piscina de Cleopatra, donde aprovechamos para darnos un baño entre ruinas.
En esta piscina natural es posible bañarse en aguas cálidas y nadar sobre trozos caídos de columnas y capiteles romanos del antiguo Templo de Apolo. No se puede hacer fotos, por lo que hay un fotógrafo que te hará encantado un reportaje como si de una boda se tratase. Puedes comprar las fotos en el puesto habilitado para ello.
En el mismo reciento también se pueden ver los restos de la Hierápolis o ciudad sagrada, que data del año 180 a.C.
Desde la puerta sur se encuentra la iglesia bizantina y los cimientos del Templo de Apolo, construido a la vez que el Plutonium, una gruta bajo tierra de la cual salían gases venenosos y que era una puerta de acceso al inframundo. Se puede llegar hasta este manantial pero la entrada está cerrada, aunque se escuchan los gases tóxicos burbujeantes.
Desde el teatro romano se puede acceder al Martirio de San Felipe, por una pista sin asfaltar. Un martyrium es un edificio religioso que conmemora el martirio de un santo, y éste de Hierápolis es una curiosa estructura octogonal que estaría rodeada de ocho capillas, y en el que se distinguen varias cruces grabadas en las columnas.
El lugar, relativamente aislado, es uno de los más atractivos de toda Hierápolis, no tanto por su monumentalidad, sino por su aislamiento, la atmósfera que conserva y el camino que hay que seguir por la loma (en función del tiempo).
También destacan dos puertas Bizantinas, una al norte y otra al sur de la ciudad sagrada; y la necrópolis, uno de los cementerios más grandes y mejor conservados de Turquía. Se pueden ver diferentes tumbas y construcciones funerarias desde el período helenístico hasta el cristiano.
También se conservan restos del teatro helenístico, el Arco de Domiciano, las letrinas y las termas romanas.
Puedes organizar el recorrido a tu gusto y disfrutar de este entorno espectacular. ¡¡Con la luz del atardecer está precioso!!. Nosotros salimos por la puerta norte y regresamos al hotel en taxi. En el aparcamiento de la salida norte, hay un poste con un timbre. Si necesitas taxi, tocas el timbre y a los pocos minutos vienen a recogerte Este sistema está en otros lugares y es muy útil, puesto que no funcionan las aplicaciones de Uber o similares.
Una vez en el hotel aprovechamos para darnos otro baño en la piscina, y cenamos allí mismo, en el patio. Aunque el hotel era muy sencillo, la cena estuvo muy bien, y el patio con la piscina, un buen lugar donde recuperarse de la actividad del día.